Por:Laura Sobral
Un gran espectáculo ofreció Alejandro Fernández en San Cristóbal.
De nuevo la Monumental Plaza de Toros fue el escenario para un gran espectáculo, sencillamente regio, ofrecido por el mexicano Alejandro Fernández, quien derrochó talento, voz y energía en un fastuoso escenario rodeado por unas 5 mil personas, que acudieron a disfrutar del cierre del tour “Viento a Favor en Venezuela”, en un concierto que se prolongó sorpresivamente por más de dos horas y 40 minutos.
A las 9 de la noche en punto apareció sobre la tarima con un atuendo muy cómodo de jeans, franela, chaleco, y algunos accesorios de cuero y plata en su cuello y manos, además del micrófono, con el cual deleitó a los presentes en los primeros 45 minutos de baladas, entre varias pegadas y otras no tan conocidas de su más reciente producción, que sirvieron de abreboca para un show que dejó satisfecho al público tachirense.
Tras las dos primeras canciones, Alejandro entabló una breve conversación con su público, al reconocer la calidez de la gente de esta zona de Venezuela y recordar que: "no venía a San Cristóbal desde hace unos 7 años, cuando estuve con mi padre. Ustedes son un público muy especial", dijo el cantante y tras ser ahogado por los gritos de los presentes, exclamó con una amplia sonrisa: "esta gente sí que grita".
Las rancheras de Alejandro Fernández fueron coreadas una a una por cerca de 5 mil personas en la Monumental Plaza de Toros.Más de 20 personas en la escena de dos niveles, constituida por dos pantallas gigantes y una enorme pantalla de fondo, con sus mariachis, coristas y músicos, quienes participaron en todo momento del evento, con coreografías sencillas pero delicadamente montadas, para deleitar a los fanáticos de “El Potrillo”, quien también demostró su entera disposición de compartir, y no escondió su satisfacción cuando el público coreaba sin titubear cada uno de los temas.
A las 9 y 45 minutos de la noche Alejandro abandonó el escenario y luego regresó, tras unos diez minutos, hermosamente vestido al estilo charro, con un imponente traje gris, sombrero y botas, apareciendo en una plataforma en la parte alta del escenario, para despertar toda la emoción de la plaza, y así interpretar varias de sus rancheras con estilo romántico que están muy pegadas en todo el mundo de habla hispana, y que provocaron una algarabía colectiva en la Monumental.
Más tarde prosiguió entonando clásicos de su tierra como: Guadalajara, Jalisco y México Lindo y Querido, con la bandera verde, blanco y rojo ondeando en las pantallas, para después dejar rodar canciones inmortales como: "Si nos dejan", "El Rey" y "Como quien pierde una estrella", todas con la compañía de las 5 mil almas que colmaron buena parte de la gradería.
Cerca de las 11 de la noche "El Potrillo" volvió a conversar, para decir que esta semana estuvo de cumpleaños y que era una época muy especial por estar arribando a sus 15 años de carrera artística, pero de inmediato fue interrumpido por el público que, espontáneamente, le cantó el Cumpleaños Feliz, el cual fue gozado nota a nota por el cantante, quien agradeció una vez más el cariño.
Una y otra vez, Alejandro en escena bebió de un vaso de vidrio gruesos tragos, según se pudo conocer, de coñac, como aperitivo favorito durante sus presentaciones; secó el sudor en reiteradas ocasiones con un paño blanco, y recibió de las damas cercanas a la tarima ramos de rosas rojas, una bandera de Venezuela, y hasta una prenda íntima femenina de color rojo, lo que le causó mucha gracia.
Alejandro Fernández derrochó energía, talento y voz en su presentación en San Cristóbal.El mexicano nuevamente se retiró de la tarima, para reaparecer en pantalón de cuero y camisa negra, y seguir con lo mejor de su repertorio, incluyendo un homenaje a su padre, Vicente Fernández, y gustó mucho el canto del tema "Gitano", a dúo con una de sus coristas, una espigada morena con excelente voz, en un sensual baile dedicado al amor.
Para alegría de los espectadores, el hijo de Vicente Fernández interpretó de forma majestuosa varios de los temas de su padre, como: "Mujeres Divinas" y "Me voy a quitar del medio", para pasar a otras propias, entre ellas, "Como quien pierde una estrella", y varias baladas que sirvieron para cerrar el show, tras la presentación del cuerpo de músicos, y su despedida de Venezuela, por esta gira.
Al inicio el evento fue presentado brevemente por Anna Capra, y como calentamiento del público subió al escenario el cantautor tachirense de música venezolana Alexánder Acosta, quien con sus improvisaciones y temas jocosos despertó el ambiente, dejando muy en alto a la región con su impecable presentación.
Fuente:http://www.lanacion.com.ve/noticias.php?IdArticulo=87283
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