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30 mayo, 2008

El recinto portuario de Santa Cruz de Tenerife se convirtió anoche en una gran y luminosa embajada mexicana gracias a la voz de Alejandro Fernández

CON EL CORAZÓN



El recinto portuario de Santa Cruz se llenó anoche con las más de 12.000 personas que acudieron a disfrutar de Alejandro Fernández

A. CRUZ-M. PLASENCIA SANTA CRUZ DE TENERIFE El recinto portuario de Santa Cruz de Tenerife se convirtió anoche en una gran y luminosa embajada mexicana gracias a la voz de Alejandro Fernández. Más de 12.000 espectadores recibieron y acompañaron al charro en su escala tinerfeña dentro del tour Viento a favor.Casi tres horas de concierto en las que Fernández no escatimó muestras de cariño a sus fans, la mayoría mujeres, a las que expresó su emoción por el recibimiento. Un cariño que el público chicharrero correspondió, encantado, entonando todas y cada una de las canciones del artista.Apareció sobre el escenario vestido con vaqueros y chaleco y luciendo la mejor de sus sonrisas. Las primeras canciones en sonar anoche fueron A manos llenas, Qué voy a hacer con mi amor y No se me hace fácil.




La respuesta del público fue espectacular y Alejandro lo agradeció diciendo que lo más importante, cuando celebra 15 años de carrera, es seguir recibiendo sus aplausos.Sabor mexicano. Las rancheras tampoco faltaron, como no podía ser de otra manera en un concierto de Alejandro Fernández. Un grupo de mariachis apareció en el escenario para acompañar al artista en canciones de siempre como Guadalajara, Jalisco o Méjico lindo y querido. Demostrando, con su voz, que es digno sucesor de su padre, Vicente Fernández, el Potrillo se reencontró con su público tinerfeño, que como ya hiciera en sus anteriores visitas, se dejó también la voz, tarareando sus canciones y con los ya habituales gritos de "¡Guapo!". Él, sobre las tablas de un escenario al aire libre, logró así no encontrarse solo, pues estaba acompañado de esas 12.000 gargantas, miles de fans que dieron al cantante un motivo para volver en su próxima gira. Mientras, Fernández se deshacía en elogios a Tenerife, que ya le diera su calor en dos ocasiones anteriores, pero con un repertorio nuevo que le está consolidando como uno de los mejores artistas latinos del momento en todo el mundo.


En total, 39 canciones y un montaje impresionante con más de 100.000 vatios de luz, 80.000 de sonido y un despliegue audiovisual digno de los mejores conciertos del mundo.El amor volvió a ser anoche el gran tema musical de un concierto que no defraudó a nadie y que deja en el aire, después del éxito cosechado, una invitación del público chicharrero para que Alejandro regrese muy pronto a deleitar al público isleño con nuevos temas.





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